Abol-Enein, H. (2008). Infection: is it a cause of bladder cancer?. Scandinavian Journal of Urology and Nephrology, 42(sup218), 79-84.
Este artículo revisa la literatura sobre la posible correlación entre la infección y la aparición de cáncer de vejiga. Se buscó en la base de datos de literatura de PubMed desde el inicio hasta enero de 2008. Se utilizaron palabras clave de vejiga, cáncer, parásitos, bacterias, virus e infección. Cuarenta estudios fueron incluidos en la revisión.
Varios investigadores apoyan la idea de que la esquistosomiasis está relacionada etiológicamente con el desarrollo de cáncer de vejiga en individuos infectados con Schistosoma haematobium. Aproximadamente el 70% de las personas con esquistosomiasis crónica que tienen cáncer de vejiga desarrollan células escamosas en lugar de carcinoma de células de transición.
Varios investigadores sugieren que las bacterias pueden desempeñar un papel en la inducción del cáncer de vejiga. Clínicamente, los investigadores han relacionado el desarrollo de infección, cálculos urinarios y sondas permanentes con cáncer de vejiga. Sin embargo, hasta la fecha, ningún estudio prospectivo ha examinado la asociación entre la infección del tracto urinario y el riesgo de cáncer de vejiga.
Se ha investigado la posibilidad de que la
infección por el virus del papiloma humano (VPH) sea un factor de riesgo
que contribuye al cáncer de vejiga, pero no se han llegado a
conclusiones definitivas.
Por lo tanto, el debate sigue abierto
sobre si existe algún vínculo directo entre la infección crónica por
VPH y el cáncer de vejiga. Hasta la fecha, solo se han reportado 15
casos de carcinoma vesical en el contexto del virus de inmunodeficiencia
humana (VIH). La rara aparición de cáncer de vejiga durante la
infección por VIH y la falta de correlación con los marcadores de
laboratorio de la progresión de la enfermedad por VIH pueden sugerir una
asociación trivial entre dos trastornos no relacionados.
El virus BK es oncogénico en hámsters recién nacidos y puede transferirse a células de mamíferos in vitro, pero hay poca evidencia consistente de un vínculo con el cáncer de vejiga humano.
Los estudios no mostraron correlación entre el virus del herpes simple (HSV) y el cáncer de vejiga, pero el cáncer de vejiga se infecta con HSV mucho más fácilmente que el urotelio no neoplásico.
En conclusión, con la
excepción de la infección crónica por S. haematobium, no se pudo
confirmar la asociación entre la aparición de cáncer de vejiga y las
infecciones bacterianas o virales crónicas. Se requieren estudios
prospectivos con un gran número de pacientes y controles para confirmar
este problema.