Stubbe, J. H., Boomsma, D. I., & de Geus, E. J. (2005). Sports participation during adolescence: a shift from environmental to genetic factors. Medicine & Science in Sports & Exercise, 37(4), 563-570.

PROPÓSITO: Se usó un diseño gemelo para evaluar la contribución relativa de las influencias genéticas y ambientales en la variación en la participación deportiva de los gemelos holandeses masculinos y femeninos entre las edades de 13 y 20 años.

MÉTODOS: Los datos de la encuesta de 2628 pares de gemelos completos estaban disponibles (443 pares de gemelos monocigóticos masculinos y 652 de mujeres, 377 pares de gemelos dicigóticos masculinos y 434 femeninos, y 722 pares de gemelos del sexo opuesto). Los sujetos se clasificaron como participantes en deportes si participaban en actividades deportivas de tiempo libre competitivas o no competitivas con una intensidad mínima de 4 MET durante al menos 60 min.wk.

RESULTADOS: Se encontró un efecto principal general de la edad y el sexo en la dicotomía de participación deportiva. Los gemelos más jóvenes participaron más en los deportes que los gemelos mayores, y para cada grupo de edad los hombres participaron con más frecuencia que las mujeres. Los análisis genéticos de la semejanza de gemelos mostraron un cambio en los factores que contribuyen a la participación deportiva desde la adolescencia hasta la edad adulta. Entre las edades de 13 y 16 años, los factores ambientales compartidos por los niños de la misma familia explican en gran medida las diferencias individuales en la participación deportiva (78-84%), mientras que los genes no tienen importancia. A la edad de 17-18 años, las influencias genéticas comienzan a aparecer (36%) y el papel del entorno común disminuye (47%). Después de los 18 años, los genes explican en gran medida las diferencias individuales en la participación deportiva (85%), y los factores ambientales comunes ya no contribuyen.

CONCLUSIONES: los factores ambientales compartidos por los miembros de la familia determinan la participación deportiva en la adolescencia joven, pero dejan de ser importantes en la edad adulta cuando las diferencias individuales en la participación deportiva se deben en gran medida a la variación genética.

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