Cassidy, A., Mukamal, K. J., Liu, L., Franz, M., Eliassen, A. H., & Rimm, E. B. (2013). High anthocyanin intake is associated with a reduced risk of myocardial infarction in young and middle-aged women. Circulation, 127(2), 188-196.
ANTECEDENTES: Nuestro conocimiento actual de los factores de riesgo modificables para prevenir el infarto de miocardio (IM) en mujeres jóvenes y de mediana edad es limitado, y el impacto de la dieta es en gran medida desconocido. Los flavonoides en la dieta ejercen posibles efectos beneficiosos sobre la función endotelial en ensayos a corto plazo; Sin embargo, la relación entre la ingesta habitual y el riesgo de infarto de miocardio en mujeres desconocidas.
MÉTODOS Y RESULTADOS: Seguimos a 93,600 mujeres de 25 a 42 años del Estudio de Salud de Enfermeras (NHS) II que estaban sanas al inicio (1989) para examinar la relación entre las antocianinas y otros flavonoides y el riesgo de infarto de miocardio. La ingesta de subclases de flavonoides se calculó a partir de cuestionarios validados de frecuencia alimentaria recogidos cada 4 años utilizando una base de datos actualizada y ampliada del USDA. Durante 18 años de seguimiento, se informaron 405 casos de IM. Se observó una asociación inversa entre la mayor ingesta de antocianinas y el riesgo de infarto de miocardio (Hazard Ratio [HR]: 0,68; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,49–0,96; p = 0,03 comparando quintiles más altos versus más bajos) después del ajuste multivariante. La adición de condiciones intermedias, incluido el historial de hipertensión, no atenuó significativamente la relación (HR 0,70; 0,50-0,97; p = 0,03). La ingesta combinada de dos alimentos ricos en antocianinas, los arándanos y las fresas, tendió a asociarse con una disminución del riesgo de infarto de miocardio (HR 0,66; 0,40–1,08) comparando los que consumieron> 3 porciones / semana con los de menor ingesta. La ingesta de otras subclases de flavonoides no se asoció significativamente con el riesgo de infarto de miocardio.
CONCLUSIONES: Una alta ingesta de antocianinas puede reducir el riesgo de infarto de miocardio en mujeres predominantemente jóvenes. Se necesitan ensayos de intervención para examinar más a fondo el impacto en la salud del aumento de la ingesta de alimentos ricos en antocianinas comúnmente consumidos.