Howell, A. B., & D’Souza, D. H. (2013). The pomegranate: effects on bacteria and viruses that influence human health. Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine, 2013.
Las granadas se conocen desde hace cientos de años por sus múltiples beneficios para la salud, incluida la actividad antimicrobiana. El reciente aumento de bacterias multirresistentes y la posibilidad de pandemias de virus a nivel mundial exigen la necesidad de opciones preventivas y terapéuticas adicionales a los medicamentos convencionales.
Las investigaciones indican que las granadas y sus extractos pueden servir como alternativas naturales debido a su potencia contra una amplia gama de patógenos bacterianos y virales. Casi todas las partes de la planta de la granada se han probado para detectar actividades antimicrobianas, incluido el jugo de frutas, la cáscara, los arilos, las flores y la corteza.
Muchos estudios han utilizado con éxito la cáscara de granada. Hay varios compuestos fitoquímicos en la granada que han demostrado actividad antimicrobiana, pero la mayoría de los estudios han encontrado que el ácido elágico y los taninos hidrolizables más grandes, como la punicalagina, tienen las actividades más altas. En algunos casos, la combinación de los componentes de la granada ofrece el mayor beneficio.
Los resultados clínicos positivos sobre la granada y la supresión de bacterias orales son intrigantes y merecen un estudio más a fondo. Gran parte de la evidencia de las actividades antibacterianas y antivirales de las granadas contra patógenos transmitidos por los alimentos y otros organismos de enfermedades infecciosas proviene de ensayos in vitro basados en células, que requieren una mayor confirmación de la eficacia in vivo a través de ensayos clínicos en humanos.