Ksiezopolska-Pietrzak, K. (1998). Cryotherapy in osteoporosis. Polski merkuriusz lekarski: organ Polskiego Towarzystwa Lekarskiego, 5(28), 222-224.
La crioterapia es el uso de una temperatura inferior a -100 grados C sobre la superficie del cuerpo, durante 2-3 minutos, con el fin de provocar reacciones fisiológicas para el frío y utilizar tales reacciones de adaptación. La respuesta positiva del organismo a la crioterapia apoya el tratamiento de la enfermedad básica y facilita la kinesiterapia.
Se puede obtener una temperatura baja mediante el uso de un flujo de aire enfriado con nitrógeno líquido; esto podría aplicarse localmente, sobre una parte del cuerpo seleccionada, o en general, sobre todo el cuerpo, en criosauna o en criocámara. Lo más eficaz es aplicar crioterapia dos veces al día, con un intervalo de al menos 3 horas. La kinesiterapia se utiliza necesariamente después de cada sesión de crioterapia.
El tratamiento completo dura de 2 a 6 semanas, según las necesidades del paciente. La crioterapia reduce el dolor y la hinchazón, provoca la relajación de los músculos esqueléticos y el aumento de su fuerza, además, aumenta el rango de movimiento en las articulaciones tratadas. Por tanto, la crioterapia parece cumplir todas las condiciones necesarias para la rehabilitación de la osteoporosis.
La crioterapia presenta numerosas ventajas: toma poco tiempo de aplicación, es bien tolerada por el paciente, además el estado del paciente mejora rápidamente. Además, las contraindicaciones contra la crioterapia son raras. Todo ello hace de la crioterapia un método de amplio uso en profiláctica y tratamiento de la osteoporosis.