Landström, M., Zhang, J. X., Hallmans, G., Äman, P., Bergh, A., Damber, J. E., … & Adlercreutz, H. (1998). Inhibitory effects of soy and rye diets on the development of Dunning R3327 prostate adenocarcinoma in rats. The Prostate36(3), 151-161.

METODOS: Se trasplantaron tumores de próstata Dunning R3327 PAP en 125 ratas, las ratas se dividieron en cinco grupos y se examinó el desarrollo del tumor durante 24 semanas durante el tratamiento con dietas que contenían un 33 % de harina de soja (SD), salvado de centeno (RB), tratamiento térmico salvado de centeno (HRB) o endospermo de centeno (RE).

RESULTADOS: En los grupos SD, RB y HRB, se detectaron significativamente menos tumores palpables y un volumen tumoral más bajo 14 y 16 semanas después del trasplante en comparación con el grupo de control con dieta libre de fibra (FF). El peso corporal fue menor 16 semanas después del trasplante del tumor en los grupos RB y HRB en comparación con el grupo control ( P < 0,05). Las ratas en los grupos RB y HRB tuvieron una ingesta de energía significativamente menor que el grupo FF durante el primer período de observación metabólica, 3 a 6 semanas después del trasplante del tumor ( P< 0,05), mientras que la ingesta energética fue la misma en todos los grupos durante el segundo periodo de observación metabólica, 13-16 semanas después del trasplante tumoral. Sin embargo, cuando el volumen del tumor se ajustó al peso corporal de los animales, aún había volúmenes de tumor significativamente más bajos en los grupos SD, RB y HRB en comparación con el grupo FF ( P < 0,05). Se observó un aumento significativo en la excreción urinaria diaria de isoflavonoides, daidzeína, O -desmetilangolensina, equol y genisteína en las ratas alimentadas con SD, y de los ligandos enterolactona y enterodiol en las ratas alimentadas con RB y HRB durante ambos periodos metabólicos. No hubo diferencias en los niveles de testosterona entre los grupos.

CONCLUSIONES: El presente estudio muestra que SD inhibe el crecimiento del cáncer de próstata implantado. Aunque RB y HRB tuvieron un efecto protector, se necesitan más estudios para excluir la posibilidad de que una baja ingesta de energía haya jugado un papel en este sentido. Los resultados sugieren que los fitoestrógenos (isoflavonoides y ligandos) pueden ser responsables del retraso en el crecimiento del tumor de próstata.

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