Nutrition Research Reviews: Volume 30 - Issue 1 | Cambridge CoreHarland, J. I. (2012). Food combinations for cholesterol loweringNutrition research reviews25(2), 249-266.

FONDO: Reducir los niveles elevados de colesterol LDL es un desafío clave para la salud pública.

OBJETIVO: Existe evidencia sustancial de ensayos controlados aleatorios (ECA) de que varios alimentos y componentes alimentarios pueden reducir significativamente el colesterol LDL.

METODO: Se han revisado datos de ECA para determinar si los efectos son aditivos cuando dos o más de estos componentes se consumen juntos. Normalmente, los componentes, como los estanoles y esteroles vegetales, la proteína de soja, los β-glucanos y los frutos secos, cuando se consumen individualmente en su dosis objetivo, reducen el colesterol LDL entre un 3 y un 9 %. La calidad mejorada de la grasa dietética, lograda al reemplazar los AGS con grasas insaturadas, reduce el colesterol LDL y puede aumentar el colesterol HDL, mejorando aún más el perfil de lípidos en sangre.

RESULTADOS: Parece que el efecto de combinar estas intervenciones es en gran medida aditivo; sin embargo, el cumplimiento de múltiples cambios puede reducirse con el tiempo. Se han revisado las combinaciones de alimentos utilizadas en diez estudios de «Portfolio Diet «. En estudios de eficacia clínica de aproximadamente 1 mes de duración en los que se proporcionaron todos los alimentos, el colesterol LDL se reduce entre un 22 y un 30 %, mientras que en estudios comunitarios de >6 meses de duración, en los que el asesoramiento dietético es la base de la intervención, la reducción del El colesterol LDL es aproximadamente del 15 %. La inclusión de MUFA en las ‘dietas de cartera’ aumenta el colesterol HDL, además de los efectos del colesterol LDL. El cumplimiento de algunos de estos cambios dietéticos se puede lograr más fácilmente que otros.

CONCLUSION: Mediante una selección cuidadosa de los componentes de los alimentos, apropiada para cada individuo, el efecto de incluir sólo dos componentes en la dieta con buen cumplimiento podría ser una reducción sostenible del 10 % en el colesterol LDL; esto es suficiente para tener un impacto sustancial en el control del colesterol y reducir la necesidad de intervención farmacéutica.

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